27 enero 2007

1a Parte. Los Sentimientos Negativos (El origen del Estrés)

¿Que es lo que nos genera estrés?
Cuando salimos a la calle nos cansa el tráfico, la inseguridad de las calles, los vecinos intolerantes...
Cuando estamos en el trabajo nos cansa los clientes, el jefe gruñón, los compañeros fastidiosos, las actividades pesadas...
Cuando estamos en casa nos cansa los hijos latosos, los padres malhumorados, los hermanos burlones, los parientes encimosos...
Un día con exceso de estos eventos puede provocarnos estrés, una forma de sobrellevarla es gritando a los que nos rodea, no permitiendo que nos molesten, buscando hacer lo que queremos a la fuerza...
El final del día es de cansancio, malhumor en casa, dolor de cabeza, dolor de cuello, falta de sueño...

Si analizamos el origen del estrés podemos descubrir que no son los jefes los que nos provoca estrés, no es el tráfico, no son los hijos latosos... en realidad somos nosotros por la forma que vemos la vida. ¿y como vemos la vida? La vida la vemos de acuerdo a como nos enseñaron nuestros padres, familiares o personas mayores.

En la actualidad, reaccionamos de acuerdo a lo que aprendimos en las enseñanzas del pasado. La base de nuestras enseñanzas están en el pasado. Al llegar al mundo, llegamos sin saber nada, así que aprendimos lo que nos enseñaron y como nos enseñaron.

Si le ponemos atención a nuestro comportamiento nos daremos cuenta que la mayoría de nuestras reacciones que nos afectan son las que nos provocan estrés o enojo.

Estas reacciones negativas son las que llamamos, sentimientos negativos. Los sentimientos negativos no son reacciones de personas malas, como muchas veces nos dicen, en realidad estos sentimientos negativos son reacciones de personas programadas. Los sentimientos negativos son reacciones o bloqueos que ponemos ante situaciones externas.

Por ejemplo, pensamos que el exceso de trabajo nos provoca estrés, en realidad, lo que nos provoca estrés es hacer algo que hacemos con esfuerzo. Esto es porque probablemente aprendimos a hacer las cosas aunque no nos guste, porque nos enseñaron que para tener dinero hay que esforzarnos mucho en nuestro trabajo, o porque nos enseñaron que la vida es dificil y hay que aferrarnos a nuestro actual trabajo para no quedar desamparados. Estas enseñanzas del pasado hacen que luchemos por quedar bien, que no nos importe si tenemos familia con quien compartir nuestra vida, si estamos enfermos, si nos cansamos, si dejamos de hacer lo que nos gusta... y terminamos siendo esclavos del trabajo. ¿En realidad nos estresa el trabajo? Pienso que nos estresamos porque estamos luchando por mantener una creencia aprendida.

Para superar el estrés, es necesario reconocer que el origen son los sentimientos negativos. Superar los sentimientos negativos es posible buscando el sentimiento negativo origen y cambiándolo con una forma distinta de ver la vida.

Los pasos para reconocer un sentimiento negativo son:
1. Ponerle mucha atención a nuestras reacciones y lo que sentimos cuando reaccionamos. Si nuestra reacción es de molestia o de incomodidad es porque está presente un sentimiento negativo.
2. En lugar de reaccionar con molestia, con gritos, con desesperación, culpando a otros... es mejor detenerse, buscar el origen real y dejar definitivamente de echarle la culpa a los demás de nuestras molestias. Este es un acto que requiere de mucho control de nosotros mismos y sobre todo, de deseos de salir de ese hoyo que no nos deja superarnos personalmente y nos aleja de la tranquilidad.
3. Finalmente, una vez reconocido el origen, cambiarlo: viendo la vida de una forma distinta y haciendolo en nuestra vida cotidiana.

Ejemplo:
Rocío vivía con sus padres, quienes le pedían que todo lo hiciera rápido, sus padres se desesperaban y hasta la regañaban cuando se tardaba. Esto aplicaba cuando iban a comer, cuando tenía que lavar los trastes, cuando iba a la tienda... Actualmente Rocío tiene 26 años, y todo desea hacer muy rápido. Cuando va a la tienda con sus amigos compra las cosas muy rápido porque no los quiere hacer esperar, se estresa demasiado. Cuando se tarda en hacer algún documento para su jefe se estresa tanto que en ocasiones ya no puede continuar y hasta le da algunos dolores de cabeza. Hay algo que Rocío está detectando, que cuando tiene una cita con algún amigo, quiere llegar muy rápido, pero factores externos como tráfico, exceso de trabajo u otras razones no la dejan se desespera y durante todo el trayecto se va enojada y es capaz de gritar a quien se le acerque.
En este ejemplo, Rocío se acostumbró a hacer las cosas muy rápido. Actualmente siente la necesidad de hacer sus actividades a la carrera. Hay algo dentro de ella que la obliga ha comportarse de esta manera. Ya se cansó de actuar así, pero no ha logrado reconocer la raíz de su problema. Lo que siente es enojo con las personas que la rodean cuando se le hace tarde a su cita, el enojo es provocado porque el sentimiento de ansiedad la está dominando y no se sabe controlar. Este último sentimiento es provocado porque dentro de ella está el sentimiento de culpa porque se siente responsable de la espera de sus amigos.
Los sentimientos negativos puede ser uno de los factores que nos produce estrés, analizarlos y encontrar la raíz del problema podrá ayudarnos a superarlo desde raíz. Los factores externos no nos producen estrés, en realidad son factores internos.
En los siguientes mensajes de éste blog, analizaremos cada uno de los sentimientos negativos raíz, la forma de reconocerlos y la forma de combatirlos mediante ejercicios cotidianos y una forma distinta de ver la vida.
Estos temas pertenecen al curso electrónico: Superación del Estrés, el Principio de Una Nueva Vida.

21 enero 2007

¿Esperas o Actúas?

Autor: Blanca Almeida Dingler

Recordando la canción de Penélope de Juan Manuel Serrat, en la cual él le promete volver y ella lo espera en el mismo andén y a la misma hora. Cuando finalmente al pasar de mucho tiempo él llega, Penélope le dice que no es aquel que esperaba.
¿Entonces que esperaba, que no pasase el tiempo? ¿Qué él no envejeciera? ¿Qué fuera el hombre que soñó?
Me surge la pregunta si todavía habemos mujeres que seguimos esperando al hombre indicado, al príncipe azul.
Esta idea la cual hemos comprado sin cuestionarnos “el hombre indicado vendrá por nosotras”. Y cuántas mujeres estamos sentadas esperándolos y no hacemos otras cosa mas que esperar.
Cada hombre que conocemos tiene en su frente la interrogante “eres el indicado”.El indicado para qué? ¿Para que nos brinde felicidad? ¿Para que nos mantenga?¿Para finalizar esta búsqueda y cumplir con nuestra función y objetivo que dicta la sociedad?
Es un camino bastante lamentable para la mujer, porque nos sitúa como entes sin decisión, ni voluntad y completamente a la vera del “hombre indicado”. Pero imaginen que no llega “aquél “entonces ¿esta vida no tiene sentido?
¿Por qué es que colocamos nuestra felicidad y anhelos en el hombre? ¿Se han puesto a pensar que la felicidad es lo que cada quien hacemos de nuestra vida?.
El sentir que tú puedes tomar las riendas de tu vida sin esperar a que alguien lo haga por ti, puede causar dos sensaciones
• De liberación al saber que esa espera no tiene que ser.
• De miedo al tener que enfrentarnos a nuestros logros y fracasos siendo nosotras responsables de ambos.

No le corresponde al hombre hacernos felices, sino a nosotras mismas a través de nuestro actuar, pensar y sentir. E imaginen el peso tan grande que se le ha dado al hombre “hacer feliz a la mujer”. Si de por si ya es difícil saber lo que uno desea.
Penélope se quedó sentada esperándola y no vio más allá de su entorno. Muchas pensaran que la espera vale la pena. Entonces talvez la idea de seguir esperando a que el otro nos de la felicidad es vigente.