25 noviembre 2007

Salud Mental

Cenicienta y el Príncipe se enamoraron y... hacen ver esto ¡tan fácil!. Como es bien conocido, las estadísticas reportan que uno de cada dos matrimonios no logran llegar al: “Por siempre jamás”.
¿A qué se debe?


Hay una multitud de razones para el divorcio, pero la actitud pone en muchos la principal razón por la cual fracasan. Nuestra sociedad ha comprado y se ha enamorado de la idea de que el matrimonio hará, a las dos personas involucradas, por fin felices y los problemas se irán para siempre.
Desafortunadamente, las personas que se casan con la idea de que esto curará su soledad, baja autoestima o su inseguridad, probablemente culparán a sus parejas si su desdicha y problemas regresan después de la boda.

Sin duda el matrimonio nos puede proporcionar una felicidad significativa en nuestras vidas. La compañía, la familia, el amor y el apoyo son sólo algunos de sus gratificaciones.
Sin embargo, “estar casadas” solas o puede darnos felicidad en sí mismo. Sinceramente, el éxito en las relaciones se relaciona con la salud mental de cada una de las personas involucradas en la pareja. Para hacer un mejor “Nosotros”, debemos estar comprometidos con un saludable “Mi”.
Construir una salud emocional no es una garantía para evitar los problemas en una relación, pero independientemente de lo que surja en ella, la salud mental viaja contigo y esto va a beneficiar todas tus relaciones.

Considera que estos tres “Mi” construyen los refuerzos de tus “Nosotros”
• Auto-observación. Conciencia y responsabilidad de nuestras actitudes y acciones, como la vía de acceso para el crecimiento personal. Aprender también a reconocer nuestras fallas al relacionarnos, como controlar o criticar a nuestro cónyuge y perder el foco de nuestra relación. Lo anterior nos impulsa a compartir la responsabilidad en las peleas con nuestra pareja; identificar nuestras carencias, y tal vez hasta sentir compasión por nuestro compañero... El poder mejorar nuestras relaciones reside en este punto.... en cambiar nosotros mismas.
• Identidad y seguridad de tu valor. El valor humano y la valía son las constantes al 100 porciento desde el nacimiento hasta la muerte. Nosotros somos valiosos. Sin embargo, rara vez nos sentimos 100 porciento merecedores de esta valía e intentamos llenar los vacíos e inseguridades a través de fuentes externas. La seguridad de tu valor es un proceso de cambio interno que está desconectado de lo que poseemos, amamos o de nuestra posición social.
Construir tu valía es importante para las relaciones porque el grado en el que nos amemos, nos permitirá querer y aceptar el amor de nuestro cónyuge. Un sentido de identidad sólido nos ayuda a asumir nuestras relaciones como equitativas y valiosas y nos suministra y brindamos seguridad y respeto para traducirlo en una vida más plena y rica de pareja.
• La Identidad que Revelas. ¿Qué tan bien te conoce tu pareja? Muchas parejas se comunican en una zona segura para evitar las peleas o vulnerar la relación, pero sólo compartir nuestras verdadera personalidad en todas sus expresiones y miedos, nos da la intimidad y un lazo de unión más firme. La apatía e individualidad de uno por el otro fácilmente entra en la pareja cuando nuestra comunicación es superficial. Marcar límites y pedir lo que tu deseas y necesitas es parte de decirle a tu pareja quién eres y de darle la oportunidad de responder a ellas.

¿Tu matrimonio te ha decepcionado?; ¿Tu esposo no cumple con tus expectativas?; antes de tomar cualquier decisión y ser parte de las estadísticas, mírate al espejo. Asegúrate de que has hecho bien tu parte en la relación, examinando tus expectativas y trabajando en tu crecimiento personal, leyendo libros, artículos, trabajando en una terapia o hablando con amigos en los que confías y pueden ayudarte a dar los pasos hacia una gran salud emocional.
Deja de intimidarte por el encanto y las historias de amor de la Cenicienta y el Príncipe.

(Desconozco el autor)

Aprovecho para invitarte a que visites "La Liberta Interior"

1 comentario:

Lidia M. Domes dijo...

Para poder tener una pareja, y que funcione, debemos haber abierto el corazón!!! Y esto se logra , como primer paso, tomando el Amor de la madre y del padre!!!
Si no pudimos reconectar con ese aspecto de nuestro corazón, una parte de su energía amorosa permanece bloqueada y ésto nos impide relacionarnos con una pareja!!!!

O por lo menos continuar la relación cuando el "enamoramiento" pasa!!!

Un fuerte abrazo!!!

Lidia