El espacio reservado para la madurez y evolución de todo ser humano es la vida. Cada uno de nosotros tendremos distintos tipos de experiencias, pero siempre nos llevará al mismo lugar.
Mientras más atención le pongamos a nuestro comportamiento, a nuestras experiencias, a nuestra vida en general, mayor posibilidades de lograr la madurez tendremos, pero mientras nos dejemos llevar por las circunstancias y el medio, estaremos cada vez más alejados de madurez interior.
La felicidad es parte natural nuestra, y se manifiesta más en nuestro interior cuando logramos un grado de madurez mayor mediante la satisfacción propia. Sentimos felicidad cuando finalizamos un proyecto tedioso, cuando alcanzamos nuestros objetivos después de grandes esfuerzos, después de salir de una serie de presiones físicas o mentales, o al final de un día muy cansado. No podemos definir la felicidad de una forma conceptual, sólo la podemos sentir en nuestro interior con paz, alegría, satisfacción…
Nos alejamos de la felicidad cuando condicionamos nuestro sentimiento con factores externos esperando que sucedan cosas que no dependen de nosotros, pues cuando no se logra, la felicidad se convierte en insatisfacción.
Muchas veces confundimos la felicidad con apegos, dependencias, esperanza de comportamiento de otros, o con eventos que afecten a otros: “Me alegra que te suceda eso, te lo mereces, no eres una buena persona”.
En todo momento, la vida siempre nos dará elementos necesarios para que aprendamos, sanemos y maduremos. A esto llegamos a la tierra, a aprender, madurar y evolucionar. Y toda la vida estará llena de eventos que nos llevará por el camino del aprendizaje.
Cuando logremos un mayor grado de madurez, las circunstancias de la vida las tomaremos de forma positiva, pues difícilmente sucederá algo que nos quite la paz interior. La falta de madurez interior es la que nos traerá la inseguridad, las dependencias, y la desdicha.
La pareja, se convertirá en el medio más importante para lograr la madurez interior, pues es la que nos enseñará a enfrentar la vida, a conocer nuestras heridas internas y sanarlas si lo decidimos, y será el medio mas importante para conocer la verdadera felicidad.
¡Qué hermoso es sentirse amado!, es el gancho de la vida para enfrentarnos a nosotros mismos y superar todo aquello que está alejándonos de la paz interior. Quien no se atreve a tener una pareja es porque ha vivido en un ambiente de regaños y de chantajes, quien se atreve a tener muchas parejas es porque ha vivido en un ambiente de falta de cariño, quien no se atreve a solucionar los problemas de su pareja es porque le enseñaron a ser fuerte y no llorar, generalmente es una persona que es la mayor de los hermanos o la sostén familiar.
Nuestro organismo es pura sensibilidad, todos somos seres sensibles, todos reímos, todos lloramos, todos somos iguales en el interior, aunque todos hayamos vivido experiencias distintas; por lo tanto, a todos nos afectará las mismas circunstancias y generaremos distancias por las mismas razones.
La pareja, se convierte en un dulce picoso, que saboreamos aunque nos enchilemos. Nos atrae aunque suframos, nos mantiene unidos aunque estemos con el corazón lastimado. ¿por qué sucede esto? Ese es el secreto de vida. La vida nos dice: no te rindas, ahí estás aprendiendo, sigue por favor, estás madurando, sigue por favor porque iniciará tu sanación interior.
Es sorprendente cómo nuestra pareja nos hará reír, nos hará sentir la felicidad, nos hará llorar, nos hará sentir amargura, nos hará sentir dolor interno, nos hará sufrir… pero no la dejaremos tan fácilmente. No hay nada familiar que nos una, sólo algo interno oculto y secreto: el alma y la necesidad de madurez, aunque no lo sepamos.
Es cuando nos gustaría tener un guía que nos diga qué hacer, cuándo terminar, para qué seguir…
Los tiempos actuales son muy distintos a los tiempos antiguos, donde la mujer era la sumisa y el hombre el que daba las órdenes. Antes, era muy marcado que la mujer debería obedecer y dedicarse al hogar y debería soportar gritos, regaños y hasta golpes. Era sólo un objeto de la casa. De esa manera no se lograba madurez, pues el hombre no tenía con quien enfrentarse, y la mujer no sabía tomar sus propias decisiones.
Hoy, el mundo está madurando, una guerra entre hombre y mujer se está levantando, se está vomitando complejos y miedos, aunque esto se está pagando con una tasa alta de divorcios. Vamos por un buen camino, ahora sólo falta comprender que esa guerra es el camino de la paz interior, pues juntos están madurando y si saben sanar juntos sus heridas muy pronto podrán disfrutar de la felicidad constante.
¿Aun no tienes pareja? Atrévete a dar el primer paso de tu madurez interior, no lo busques, ni te cierres a la posibilidad, deja que tu corazón te guíe y date la oportunidad de ser parte del instrumento de la vida. Atrévete a sanar y madurar.
¿Tienes una pareja? Llegará el momento en el que no coincidan en sus pensamientos, y cuando eso llegue, comenzará la guerra de poderes, la guerra para buscar un vencedor y un vencido. Pensaremos que, el que caiga será el más débil, buscaremos ser los vencedores de la guerra sin tiempo ni espacio. Si te detienes un momento te darás cuenta que esa es una guerra interior de corazones enfermos que buscan una sanación.
Si tienes una pareja, y los problemas llegan, es el aviso que comenzarás por un proceso de sanación, atrévete a enfrentarlo y vivirlo, no lo dejes, no te alejes de el/ella, atrévete a vivir la experiencia. Si se tuvo que ir, no vivas lamentándote, hay mucho que reflexionar.
Una relación de pareja inicia muy bonito, con palabras bonitas, con gestos, con coqueteos, con promesas, con sonrisas, con atenciones, con un latido extraño en el corazón, con un fuego interno que pareciera que nos quemaría el alma…
Antes de terminar una relación de pareja que inició de una forma muy hermosa, asegúrate que ya hiciste todo lo necesario y ahí ya no hay más que aprender. Si es sólo por un coraje, mejor espera y reflexiona, hay mucho por hacer y sanar.
¿Cómo va tu relación de pareja? Atrévete a hacer algo por ti. Toma tu decisión final al terminar éste curso, no te adelante a algo que podrías extrañar en un futuro.
Extracto del curso: Descubriendo el amor, un crecimiento espiritual con la pareja. Mas información en: http://invitacion.lalibertadinterior.com/
12 enero 2008
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4 comentarios:
Me gustó mucho el curso... siempre se puede ampliar la mirada un poco más...
Gracias, Rafael!!!
La felicidad humana (liberación)deviene al ser después de la ausencia de polaridades en la mente, no siempre después de la muerte del cuerpo; se puede alcanzar la felicidad al elevar el estado de conciencia mundana (personalidad, mente y sentimientos inferiores)a un nivel de conexión con nuestra alma espiritual, con la esencia de todos los seres. Las teorías enseñadas (sobre todo mediante cursos comprados solo relajan y aquietan la mente)nos han confundido en lo que es el placer, satisfacciones de deseos, poder, etc. que el sistema social ofrece mediante la mercadotecnia. Muchas personas creen obtienen felicidad al evadir la realidad mediante esas relajaciones que inclusive se les llama meditaciones y eso solo es tranquilidad, si acaso lapsos de armonía.
Me encanta tu nivel de conciencia y la maravilla de palabras que escribistes, sin duda detrás de este blog hay un gran corazón y una mente muy elevada que ha lograd sincronizarse con su alma y su consciencia... me gustaría tener contacto con tigo mi correo es vip1922@hotmail.com puedes encontrarme en face... un fuerte abrazo!!
Mykilio, gracias por dejar tu comentario.
El Guardian, con gusto te contacto.
Rafael Zárate M.
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