El sentimiento de culpa es un sentimiento raíz. Es un sentimiento que se siente en el pecho y nos obliga a tomar decisiones posiblemente no deseadas.
El sentimiento de culpa tiene un origen, generalmente son los padres o la sociedad. El sentimiento de culpa puede provocar muchos sentimientos más, pero reconociendo el sentimiento de culpa habremos logrado dar un paso muy grande.
Las razones principales de que el sentimiento de culpa anide en nosotros son:
- Los padres nos pedían favores, pero al no realizarlo no nos regañaban, pero decían expresiones como: “me voy a morir y te vas a quedar solo”, “eres un desobediente”, “tu hermano si me obedece”… En lugar de dar explicaciones sanas, nos controlaban con palabras para bajar nuestra autoestima
- Cuando los padres querían algo, pero en lugar de pedirlo amablemente chantajeaban: “Si quieres irte con tus amigo lo puedes hacer, yo me puedo quedar solo en casa, me asusta la noche pero puedo aguantarlo”, “si no quieres pasarme la toalla yo voy por él aunque después me enferme”…
- Los amigos nos amenazaban con irse sino jugábamos el juego que proponían: “Si no, me voy…”
- Los padres o familiares nos daban responsabilidades como si fuera deber de los pequeños: “el hermano mayor debe cuidar a sus demás hermanos”, “los hijos deben cuidar a sus padres”, “el hijo debe obedecer a sus padres en todo”… Las responsabilidades no son un deber de los hijos, las responsabilidades son una forma de hacerlos despertar ante la vida considerando su edad.
- Cuando los grandes (familiares o vecinos) estaban de mal humor y sucedía algo inesperado nos echaban la culpa: “¿Ya vez?, si te hubieras sentado a comer desde hace rato no se hubiera enfriado la comida”, “si hubieras regresado temprano de la escuela me hubieras ayudado y no se enfermara tu hermano”, “si pusieras atención no reprobarías en la escuela”…
El resultado final es la falta de libertad para actuar. Cada vez que hacemos algo recordamos aquellas palabras de padres, familiares, vecinos o amigos, y creemos que esa palabras son leyes de la vida y cualquier evento que sucede en la actualidad lo asociamos con esas “creencias” que no nos dejan actuar con libertad.
Actualmente podemos despertar otros sentimientos negativos para opacar el sentimiento de culpa, en lugar de enfrentarlo y luchar para combatirlo. Sin embargo, aun así no logramos estar tranquilos. El sentimiento negativo mas fuerte despertado por el sentimiento de culpa es la Ansiedad (se explicará mas adelante en un apartado exclusivo).
Actualmente podemos darnos cuenta de nuestras reacciones regidas por el sentimiento de culpa, y que hasta muchos comerciantes utilizan como mercadotecnia.
Nuestro comportamiento regido por el sentimiento de culpa es:
- Culpamos a las personas que nos rodea por nuestras limitaciones. Tenemos capacidades para actuar por propios méritos pero nos sentimos atados de manos. Le echamos la culpa al gobierno de la falta de empleos o trabajos mal pagados, le echamos la culpa a nuestros jefes de trabajo de nuestra poca capacidad profesional o exceso de trabajo, le echamos la culpa a nuestra familia de nuestras limitaciones personales, le echamos la culpa a nuestra pareja cuando las cosas no salen como queremos, le echamos la culpa a los automovilistas de nuestra falta de experiencia en el manejo o poco reflejo.
- Queremos quedar bien con todos, sobre todo con los que dependemos de alguna manera: Jefes de trabajo, amigos con mejor posición económica; o con los que convivimos a diario: padres, vecinos, hermanos… Aunque eso implique hacer quedar mal a otros o sacrificar nuestros gustos o ideales.
- Queremos no hacer sentir mal (los sobreprotegemos) a los que tienen nuestra misma condición social o de condición social mas baja: hermanos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, pareja… buscando complacerlos en todo lo posible, sin embargo, les quedamos mal cuando es necesario complacer a las personas con las que dependemos (por ejemplo: damos preferencia a actividades de trabajo que una reunión familiar, nos quedamos en casa cuidando al hermano menor porque todos salieron a pasear aunque hayamos cancelado una salida con nuestra pareja…) . Sabemos qué tenemos que hacer, pero hay una fuerza muy grande dentro de nosotros que nos obliga a tomar decisiones no deseadas.
- Evitamos tener una pareja abiertamente, porque consideramos que va en contra de las costumbres de la sociedad. Cada acción que hacemos creemos que es malo, creamos bloqueos y dejamos de disfrutar del amor, rechazamos nuestro sentimiento natural, provocamos problemas con la pareja y podremos crear una barrera muy grande con ella que después será muy difícil de romper.
- Evitamos tomar decisiones, porque si es una decisión incorrecta nos sentiremos culpables de las consecuencias (dejamos que otros decidan donde pasar la tarde, porque si nosotros lo decidimos pudiera ser un lugar no apropiado para los demás y me sentiré culpable de que no se diviertan)
- No sabemos decir “NO”. Cuando nos proponen hacer alguna actividad aceptamos sin pensarlo, aunque las consecuencias no nos sean favorables. Cuando nos invitan a algún lugar aceptamos aunque tengamos otras actividades que hacer. Les decimos “SI” a todos, aunque se nos complique cumplir todos los “compromisos”.
- Queremos ser generosos con todos, aunque sacrifiquemos gustos, tiempo, dinero que nos hace falta, tranquilidad…
Te invito a que le pongas mucha atención a tu comportamiento. Actuar regido por el sentimiento de culpa es actuar conforme a decisiones de otros o de creencias aprendidas. Olvidamos nuestra naturaleza y dejamos a un lado nuestra verdadera vocación y nuestra superación por complacer a otros.
Cada vez que detectes que actuarás de acuerdo a un sentimiento de culpa recuerda lo siguiente:
- Dejar de culpar a los demás de nuestro comportamiento. Ser responsable de sí mismo. Nuestros padres o las personas que nos vieron crecer hicieron lo mejor que pudieron, muchas de las cosas les ayudaron a ellos, pero no nos beneficia a nosotros, no por eso debemos culparlos de nuestro estado actual. Ellos llegaron con una misión y lo están cumpliendo haciendo de nosotros lo que actualmente somos, ahora nos toca a nosotros continuarla mejorándo nuestra calidad de vida, no repitiéndola.
- Llegaste libre al mundo, así que no te ates por sentimientos que ya no tienen una razón de ser en tu vida. Posiblemente a los grandes le dieron resultado, pero ellos ya hicieron su vida, ahora, te toca a ti hacer tu propia historia y sobre todo ser feliz. Los grandes se van, pero tú te quedas en la vida, así que crea tus propias herramientas para ser feliz.
- Deja de echarle la culpa a los demás de tus problemas laborales, de tus problemas profesionales o de tus problemas personales. En nuestras manos está la posibilidad de superarnos o quedarnos esperando que los demás decidan por nosotros, esperar que los demás nos permitan la superación interior.
- Haz lo que te gusta, no te limites, disfruta tu vida, disfruta tus momentos. Cuando quieras algo por gusto cómpralo, pídelo, tómalo…
- Deja de hacer todo lo que no te gusta. No te sientas comprometido por las cosas o las personas. Actúa solamente conforme a tus ideales y a tus gustos. No tengas miedo a perder tu trabajo, a que te van a regañar, a que vas a quedar mal… Mejor actúa con responsabilidad y llena tu corazón de experiencias y de amor.
- Lucha con tus costumbres. No dejes que estos te dominen. No hagas caso a las personas que te quieran hacer sentir mal, también ellos se sienten mal con sus acciones pero no encuentran la razón real de sus incomodidades.
- Recuerda que, lo que haces no es malo ni bueno, simplemente va acorde a tus gustos y a tus nuevos ideales. Lo que hagas tendrá una reacción, así que hazlo y prepárate a lo que suceda.
- Te invito a que dejes el Sentimiento de Culpa de tu Corazón, que a partir de ahora actúes con responsabilidad y llenes tu corazón de experiencias y de amor.
Información obtenida del curso: Liberación del Estrés, El principio de una nueva vida.
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