11 febrero 2007

3a. Parte. Los Sentimientos Negativos (Deseos de Posesión)

Los deseos de posesión son generados por la falta de suficiente cariño en el pasado, o por un cariño condicionado. Éste sentimiento provoca principalmente los celos.

Todos necesitamos de cariño. Nuestros sentimientos siempre están vivos en espera de amor, de un abrazo, de una manifestación de cariños. Cuando el amor no llega, o llega en partes, el corazón seguirá esperando las manifestaciones de cariño.


Algunos ejemplos de razones que generan estos sentimientos son:
- Los padres y familiares no nos mostraron el suficiente cariño cuando lo necesitamos.
- Los padres (principalmente) estaban ocupados por exceso de trabajo y al llegar a casa, en lugar de recibirnos con un abrazo nos regañaban o pegaban cuando nos acercábamos a ellos para recibirlos: “Vete de aquí, hoy vengo muy cansado, como tu todo el día te la pasas jugando…”
- Los padres y familiares le dan preferencia al hermano menor por ser el mas pequeño, o al hermano mayor por ser el que madura mas rápido. Los más afectados son los hermanos de en medio porque no quedan en ninguno de los dos lados.
- La falta de padres, o de un elemento (falta de un padre o de la madre).
- Generalmente el niño (hombre) es privado del amor paterno por creencias del padre que “al hombre no se le abraza porque no es mujercita, entre hombres sólo se golpean”

Cuando el corazón no logra sentir las manifestaciones suficientes de cariño y ya somos grandes, queda como un hueco en el corazón y buscaremos los medios necesarios para llenarlos. Desafortunadamente los huecos no se llenarán, al contrario, cuando seamos grandes: mientras mas cariño se tenga más grande se hará el hueco, por ello, primero, es necesario aceptar que los deseos de posesión tienen el origen en la falta de cariño de cuando éramos niños.

Algunos ejemplos de manifestaciones de deseos de posesión:
- Celos con el hermano al que le hicieron un mejor regalo al nuestro.
- Envidiamos los méritos o acciones de otros: Celos con el amigo, porque él tiene un mejor trabajo que el nuestro; Celos con los compañeros de trabajo que perciben un mejor salario; Celos a compañeros de trabajo o amigos porque se les da mas preferencias.
- Sentimiento excesivo de tristeza cuando la pareja se aleja de nosotros. Manifestado superficialmente con molestia o enojo.
- Sentimiento excesivo de tristeza y soledad cuando la pareja prefiere ir con los amigos que quedarse con nosotros. Manifestado superficialmente con molestia o enojo.
- Sentimiento excesivo de tristeza cuando amigos, familiares o seres queridos tienen que partir.
- Falta de comprensión a amigos o pareja.
- Búsqueda de quién llene el hueco de la soledad (generalmente manifestado con la infidelidad).
- Posible desviación sexual.
- Formas distintas para llamar la atención.
- Depresión.

El niño interior, parte de la psique que no madura.
Autor: Harumi Puertos
A medida que vivimos, las experiencias dolorosas de la niñez son bloqueadas. Nos alejamos del dolor físico apartando nuestra conciencia de ésta aparte de nuestro cuerpo, bloqueamos nuestra angustia mental y emocional tensando nuestros músculos y reprimiendo nuestros sentimientos en el subconsciente y en casos extremos, nos separamos de nuestro cuerpo físico.
Cuando detenemos esa experiencia negativa de dolor, angustia, enojo, miedo o cualquier trauma, también detenemos el flujo de nuestra energía negativa. Desde antes de nacer, los traumas que fueron reprimidos o no experimentados se guardaron como bloqueos energéticos en nuestro cuerpo y en nuestro campo aúrico.
La parte de nuestra psique asociada con esos traumas se congela en el momento que detenemos el dolor, por lo tanto, esa parte no madura al mismo tiempo que nosotros.
Eso es lo que se convierte en nuestro niño interior. Podemos encontrar muchas partes de nosotros que tienen diferentes edades. Si el evento sucedió cuando teníamos 1 año, esa parte de nuestra psique, todavía tiene 1 año de vida. Esta persona actuará como si tuviera esa edad siempre que evoque el mismo trauma, hasta que, este sea reconocido y curado.

Así que, cuando comiences a sentir enojo provocado por otras personas, primero piensa porqué es el enojo, busca inmediatamente la raíz y no grites, no utilices tus palabras para sentir mal a alguien. Si lo haces así, lo que provocarás es disculpar tu sentimiento y aventar tu molestia al otro, entonces perderás una oportunidad de darle a tu niño interior lo que necesita: Cariño

Ejercicio para darle cariño al niño interior
Cuando hayas detectado éste sentimiento de enojo provocada por alguna de las razones antes citada o alguna parecida, aléjate a algún lugar tranquilo, pregúntale a tu niño interior si lo que siente es falta de cariño, cierra los ojos y abrázalo, dale tu mismo el amor que necesita. Explícale que la persona querida que provocó la molestia tiene la libertad de distraerse y hacer sus propias actividades. Remóntate al pasado, busca en que momento necesitaste un cariño de los padres y no te lo dieron y te hacen sentir lo que actualmente sientes.
Síguele dando amor a tu niño interior. Abrázalo, dile que estarán juntos y que siempre estarás con él.

Mientras estás en esta meditación, escucha tu interior. Si sientes la necesidad de quedarte callado, hazlo. Si sientes la necesidad de llorar, hazlo, no bloquees nada. Si sientes la necesidad de perdonar a alguien, hazlo. Deja que cualquier sentimiento bloqueado fluya con naturalidad.

Si logras sentir éste ejercicio, verás que en 2 o 3 sesiones como éstas será suficiente para superar ésta emoción y lograrás ser libre en tu corazón.

En la mayoría de las ocasiones, la persona que “según” nos provocó enojo, podría ser que no sea la responsable, sea nuestro niño interior el que reclama algo.

Autor: Rafael Zárate M

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