19 agosto 2007

No llores, no estés triste, ¿Por qué no?

“No llores por él/ella, no vale la pena”, “No se merece una lágrima tuya”, “No llores, sé fuerte”, “No estés triste”, y muchas expresiones mas nos han aconsejado en el tiempo, como si llorar, estar triste, o sentir un dolor en el alma fuera un regalo a la persona que nos hizo sentir “algo dentro de nosotros”.

Muchas veces, cuando sentimos un dolor en el alma, nos hacemos los fuertes y guardamos ese dolor, estancamos nuestro sentimiento y mantenemos ese dolor por días, meses, años, o por toda la vida.

Somos seres sensibles, la sensibilidad es parte de nosotros, y si no la dejamos fluir, esa sensibilidad se queda estancada, se descompone dentro de nosotros, nos produce intolerancia, enojo, depresión, inseguridad y hasta la enfermedad física.

¿Por qué tengo que aguantarme las ganas de llorar? ¿Por qué tengo que secarme mis lágrimas, encoger mi alma y mostrar una sonrisa forzada? ¿Por qué tengo que esconder lo que siento, si lo que siento es mío y puedo hacer de mi sentimiento lo que sea mejor para mí?

Aprende a sentir, a llorar cuando desees llorar, a sentir tristeza cuando quieras sentirte triste, a sentir dolor en el alma cuando así lo sientas. No evadas tus sentimientos, esos son tuyos, los recibiste como un don de la vida, utilízalos para limpiar tu alma y seguir adelante.

“No llores”, “No estés triste”, son consejos aprendidos para “no perder la dignidad” según la sociedad, pero según tu alma, acepta el sentimiento que está viviendo dentro de ti y déjalo fluir. No es necesario que los demás sepan que estás llorando, que estás triste, que estás deprimido, que te está doliendo “algo” dentro de ti, sólo lo necesitas saber tu, como un secreto contigo mismo, un secreto de sanación interior.

2 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Hola Rafael. Siempre es bueno escucharte, aunque no hables, es el corazón el que escucha y sabe del valor de tus palabras. Así lo siento también, no hay que renegar de lo que nuestro corazón nos muestra, más bien agradecer todo lo que hace por nosotros, desde cada latido a la posibilidad de hacernos sentir el amor, la compasión, la serena alegría así también como el dolor y la pena que si no se estancan en él, nos harán crecer y comprender.
Gracias por compartir.
Lidia

González Luis dijo...

Las emociones y los sentimientos son características muy humanas. Aunque también hay muchas manifestaciones en el reino animal. Pero la experiencia del llanto, tanto de tristeza como de alegría son de las mejores. Es desahogo del alma y luego queda una paz interior en abundancia.